LA GUíA DEFINITIVA PARA DIEZMAR

La guía definitiva para diezmar

La guía definitiva para diezmar

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The national chairs direct and supervise the activities of their committees with the assistance of the national vice chairs.

Muchos eruditos del Antiguo Testamento no los ven como tres diezmos separados, sino como tres usos del diezmo. Sin embargo, aunque hubiera tres diezmos, como es probable, no es de apartar que la cantidad aumentara al casarse con la ley ceremonial, especialmente con los festivales requeridos, todos los cuales se han cumplido en Cristo.

to contribute , to bring Los alumnos aportaron nuevas soluciones al problema de matemáticas. The pupils contributed new solutions to the math problem.

De aquí que la parroquia del Punto o de la Villa fuera el punto de partida desde el cual la Mitra y la Corona recibieran la parte que les correspondiera.

El Nuevo Testamento no enfatiza el diezmo, pero sí deje sobre la importancia de ofrendar con regularidad parte de los fortuna que Todopoderoso nos provee. Por eso, cada cristiano debe atreverse delante de Dios la cantidad que ofrendará o si atinará el diezmo.

Extiende tu caridad por todas las partes del Dirigible si quieres enamorar a Dios como es oportuno, pues los miembros de Cristo están dispersos por el mundo; si no amas la parte estás partido; si no estás en todo el cuerpo, no estás en la cabecera (SAN AGUSTÍN, Trat. Evang. S. Juan, 10, 8).

En realidad, habida cuenta de que generalmente los receptores del diezmo carecían de apriscos y cijas (ya se ha abonado esto anteriormente en relación con la Universidad), tanto los picos como los medios corderos y aun los corderos diezmados podían, aunque no siempre, reducirse a capital mediante la debida tasación, a la que se llegaba en previo acuerdo entre interesados y ganaderos; en otros muchos casos, naturalmente, la percepción se hacía en especie y no en hacienda, pues si Bancal un granjero el que licitaba y en él se remontaba el diezmo, Cuadro normal que prefiriera el ganadería a su valía crematístico a fin de aumentar su cabaña, al igual que si Cuadro tahonero prefiriera el trigo y el centeno en especie para molerlo y panificarlo en vez de acoger su valía en reales para luego tenerlo que comprar a igual o superior precio.

Las palabras de la lección sagrada (parábola del mal rico y del pobre Lázaro) deben donar enseñarnos a cumplir los preceptos de la caridad.

8. Siendo que Elena White no envió siempre sus diezmos a través de la iglesia local y los canales de la asociación, ¿silencioso yo en arbitrio para seguir su ejemplo? Algunos ministerios independientes, en un esfuerzo por demostrar el aceptar y/o solicitar diezmos por parte de feligreses adventistas, han defendido su práctica basándose en que al principio del siglo pasado, la Sra. White usó una parte de sus diezmos para auxiliar a ministros negros y blancos –mayormente los de los estados del sur, quienes eran indigentes, y muchos de ellos jubilados. En primer lugar debemos recordar que la evidencia que tenemos acerca de Elena White indica que ella diezmaba en forma cuidadosa y fiel. En 1890 ella afirmó: “Yo devuelvo mi diezmo atinado y alegremente, diciendo, como lo hizo David: de lo recibido de tu mano te damos”. Aquellos que utilizan historias acerca de sus prácticas al diezmar para apoyar la desviación del diezmo de la gestión de la estructura traicionan su enseñanza. Aquellos que se preocupan porque el diezmo está siendo mal utilizado y dejan de darlo, harían bien en acertar las siguientes dos declaraciones de Elena de White: “El diezmo es sagrado, y ha sido reservado por Dios mismo.

En esta época no era infrecuente la fundación de iglesias o monasterios por parte de reyes o señores feudales, quienes las dotaban con una parte de los productos de las tierras circundantes.

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Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en que pueden morder. Y, al no poderse excusar a sí mismos, están siempre dispuestos a acusar a los demás (Santo AGUSTÍN, Sermón 19).

Bernard N. Howard Cuando se examinan los conceptos de la “crianza respetuosa”, se encuentran al menos dos que se oponen a las doctrina bíblicas sobre la crianza.

Aunque yo entregare mi cuerpo a las llamas, no teniendo caridad, carencia me aprovecha. Como si dijera: Aunque distribuyera todos mis fortuna hasta no reservarme ausencia de ellos, todo eso es inútil sin la caridad. Y si a esta liberalidad añadiera yo el calvario del fuego, dando mi vida por Cristo, pero sigo siendo impaciente, irascible, envidioso o soberbio, o si la injuria me indigna y hace copular en cólera, si busco mi interés, si soy mal intencionado o peor sufrido, la renuncia y el tortura del hombre foráneo no me reportarán delantera alguna, porque el hombre interior quedará aún cautivo en los vicios pasados (CASIANO, Colaciones 3, 8).

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